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Contaminación cruzada: claves para evitarla

Diariamente en la cocina se sortean riesgos que, aunque parecieran insignificantes, podrían exponer seriamente la salud de tus clientes y de paso la reputación de tu restaurante o negocio. Por ello, la higiene juega un papel fundamental, para tratar de eliminar a toda costa la contaminación cruzada.

¿Qué es la contaminación cruzada?

Uno de esos riesgos es la contaminación cruzada, generada por la transmisión de bacterias de un alimento contaminado, como por ejemplo alimentos crudos o sin lavar, a otros que no lo están. El contacto no intencional entre los alimentos y utensilios de cocina durante su manipulación es la causa habitual, pero la mayoría de las veces sucede por descuido y al no higienizar de forma correcta, con los protocolos e implementos adecuados para la limpieza de las superficies y utensilios. Y cuando la consecuencia más probable es una intoxicación o enfermedades, vale la pena prevenir.

Contaminación cruzada directa e indirecta

Para evitar la contaminación cruzada es vital diferenciar la contaminación directa de la indirecta: la directa se da por la transferencia de microorganismos de un alimento a otro, mientras la indirecta se da a través de intermediarios como utensilios, superficies u otros. Veamos un ejemplo:

¿Cómo evitar la contaminación cruzada?

Usar el mismo paño con el que limpiaste una tabla de cortar untada de carne cruda para secar el cuchillo con el que cortarás los vegetales o para secar los platos donde servirás la cena es un ejemplo de cómo se transportan las bacterias a través de los elementos de aseo en la cocina. ¿Cuál es la forma más efectiva de evitarlo?

Debes procurar que los implementos de limpieza que utilizas sean tus aliados y por ello los códigos de color son fundamentales para esta tarea. Asignar, por ejemplo, un paño de color azul para las zonas donde se porcionan las carnes y preparan los alimentos previos a la cocción, y uno blanco para cocina fría y zona de emplatado es una buena práctica que optimizará tus labores y disminuirá el riesgo de traer la contaminación de alimentos crudos a alimentos ya preparados.

El secado rápido de tus paños también es clave para garantizar procedimientos higiénicos correctos, ya que la humedad facilita la formación de bacterias. El uso de paños de tela o paños gruesos que no se secan fácilmente pueden convertirse en focos de contaminación microbiológica y malos olores. Por ese motivo, el fácil lavado, escurrido, retiro de los residuos de alimentos y secado de tus paños es fundamental para evitar la propagación de gérmenes y bacterias.

Los Paños semidesechables Famitex Colores son ideales para la limpieza en cocinas, ya que brindan máximo poder limpiador gracias al diseño de su malla que permite remover residuos sólidos y absorber derrames de manera efectiva. Esta también lo hace más fácil de lavar y escurrir, y se seca fácilmente evitando que se generen malos olores en el paño. Viene disponible en tres colores diferentes que te permiten asignarlo por zonas para evitar la contaminación cruzada.

Conoce las referencias que te permiten garantizar mayor limpieza en tu cocina aquí.

Conoce las 4 normas de seguridad alimentaria: limpiar, separar, cocer y enfriar

Estas normas son una serie de pasos básicos que se deben seguir para tener una higiene alimentaria. 

  • Limpiar: antes de empezar a preparar alimentos, después de manipular alimentos crudos y siempre que, durante la preparación de las comidas, manipule basura,pañales, dinero, etc.Limpie las superficies y los utensilios de cocina antes de utilizarlos y, especialmente, después de manipular alimentos crudos, como carne, pescado, huevos, pollo, etc.Procure hacer limpiar sus manos con frecuencia ya que en el suelo, en los animales y en las personas existen algunos microorganismos peligrosos, que pueden dar lugar a enfermedades de transmisión alimentaria. A través de las manos, trapos y otros utensilios de cocina podemos dispersar estos microorganismos y contaminar los alimentos.
  • Separar: separe siempre los alimentos crudos de los cocinados. Sepárelos también de los que se consumirán en crudo y ya están limpios.Utilice utensilios de cocina diferentes (tenedores, cuchillos, platos) para manipular estos alimentos.Conserve en la nevera los alimentos crudos y los cocinados en espacios diferenciados y en recipientes tapados para evitar la contaminación entre ellos.
  • Cocer: cueza suficientemente los alimentos especialmente, la carne, el pollo, los huevos y el pescado. Cueza los alimentos que contengan huevo a una temperatura superior a los 75°C. En las carnes, asegúrese de que los jugos sean claros y no rosados. 
    La cocción elimina los microorganismos peligrosos de los alimentos. Si no se alcanza la temperatura adecuada, los microorganismos sobreviven.
  • Enfriar: prepare las comidas con la mínima antelación posible antes de consumirlas y, cuando esto no sea posible, consérvelas refrigeradas.No los mantenga a temperatura ambiente durante más de dos horas.
    Reparta la comida en recipientes pequeños para facilitar su enfriamiento y descongele los alimentos dentro de la nevera o en el microondas justo antes de prepararlas; no los descongele a temperatura ambiente.